lunes, 5 de septiembre de 2016

Capítulo 83. Pintaúñas.

Narra Harry
Muerdo la uña de mi dedo meñique, la única que queda sin morder, en un intento de tranquilizarme. La puerta de Louis de nuevo está cerrada, conmigo al otro lado de ella, impidiéndome ver si está bien, si necesita algo, si le ha pasado algo malo. Me mantengo en el piso de abajo, sabiendo que eso es lo mejor, para los dos, pero no puedo dejar de girar mi cabeza hacia las escaleras, con la esperanza de verle aparecer.
¿Dónde estaba? ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué se ha ido tan temprano? ¿Por qué...no me ha dejado una nota? Sé que no quiere verme, pero...seguimos siendo...compañeros de piso ¿verdad? Si él...sale de madrugada debería avisarme para no preocuparme ¿o no? No, definitivamente no. No tiene ninguna obligación de hacerlo, pero...quizás por lo que quede de nuestra amistad, por el hecho de que sepa que me preocupo por él, quizás debería haberme informado de alguna forma.
Me levanto del sofá, cansado de estar sentado y con el cuello para atrás, como si fuera un búho. Subo el volumen de la televisión, de nuevo para sentir que estoy acompañado y decido que lo mejor será que me entretenga con algo, con algo que me haga sentir mejor, realizado, algo que me distraiga aunque sea por unos minutos. Camino hasta la cocina, inquieto, todavía en busca de algo que hacer. La casa está reluciente, me ha dado tiempo de sobra a limpiarla dos veces a fondo, de arriba abajo, en estos días. Si sigo limpiando acabaré quitando el color al suelo.
Me apoyo en la mesa de la cocina, resoplando, escuchando desde aquí alguna pelea estúpida de Las Kardashian.
Podría hacer la comida, aunque todavía queden horas, algo muy elaborado, que me quite todo el tiempo posible. Pero para cuando abro el frigorífico no hay mucho con lo que experimentar. Louis utilizó gran parte de lo que había hace unos días, y lo que quedaba lo he utilizado para comer los días posteriores. Hacer la compra podría ser otra posibilidad, aunque sé que es me arriesgo a quedarme encerrado con él, pero eso sería el menor de mis problemas; el mayor de ellos sería volver y darme cuenta de que Louis ha vuelto a desaparecer, esta vez para siempre. Niego con la cabeza, sintiendo la angustia trepar de nuevo por mi estómago. No. No voy a dejarle solo. Si quiere irse. Si quiere abandonarme. Al menos tendrá que darme una explicación primero.
Caigo en que la balda superior del frigorífico tiene pequeños botes coloridos. Los cojo extrañado, sin saber qué pueden hacer aquí tantos pintaúñas. Doy por hecho que ha sido cosa de Ane, que en cualquier momento ha venido aquí con un bote, lo ha dejado por ahí tirado y ha acabado en el frigorífico. ¿Por qué en el frigorífico? Pues no lo sé, pero creo que es la única a la que se le ocurre traerse pintaúñas a mi casa, y también a la única que le parece lógico dejarlos en frío. Los saco de allí, con la idea de que al estar a baja temperatura se puedan estropear. Los dejo en la mesa de la cocina, esperando a que se atemperen un poco, y mientras tanto, me dedico a colocarlos. No hay mucho que colocar con tres botecitos, pero tampoco tengo mucho más que hacer.
Mientras, mi cabeza no deja de pensar en una y otra cosa: Marta y...Madison, mi familia aunque no sea mi familia; en mis amigos, a los que tengo más que abandonados, tal vez debería llamarles; en Lida, como no, en la dependencia que parece que estoy desarrollando hacia ella y que no es para nada bueno; en lo que voy a hacer con Louis; en lo que voy a hacer con mi vida... Ya no sé ni quien soy, ni lo que quiero, ni lo que espero de mí mismo o de lo que la vida ponga en mi camino. Sé que lo mejor es no pensar mucho en ello, esperar a que llegue el nuevo tour y así solo tener que preocuparme de cantar, de no olvidar letras de canciones y de no caerme en el escenario. Solo dos meses y no tendré que preocuparme nada más que de eso.
Dejo a un lado la laca de uñas y saco el teléfono. Pienso en a quien debería llamar primero, y simplemente abro la lista de contactos y decido que el primero que aparezca será el primero al que llame. De esa manera acabo llamando a mi amigo pelirrojo.

--¿Si?-pregunta con cierta duda, que no me extraña en lo más mínimo.
--Hola Ed, soy Harry-respondo de inmediato, concentrándome en buscar un tema de conversación con él, uno lo suficientemente jugoso como para hablar largo y tendido-¿Qué hay?
--Eh...nada, supongo... Suenas...
--Normal, lo sé. Ya estoy bien-respondo algo divertido.
--¡¡Enserio?! ¡Eso es fantástico, Harry!

De fondo puedo escuchar una voz femenina, doy por hecho que de Taylor, preguntando "¿Es Harry?" a lo que Ed la chista como respuesta. Río bajito, negando con la cabeza.

--Sí, estoy perfectamente. Fue un poco repentino, pero mejor, un problema menos-respondo con franqueza-¿Qué hay de ti? Hace mucho que no te veo.
--Sí, sí, lo siento, he estado un poco ocupado. Iba a ir a verte esta semana, enserio lo digo.
--¿Y qué es eso que te ha mantenido tan ocupado?

Todavía escucho a Taylor de fondo, quejándose y preguntando por cómo estoy. Ed responde con rapidez que me encuentro bien, y eso solo hace que ella comience a preguntar aún más. El pelirrojo parece que vuelve a chistarla, y empiezan una discusión tonta, digna de niños de cinco años. Mi risa es lo que le saca de la discusión, pese a que su acompañante parezca decidida a acabar con la pelea.
Ed me cuenta con rapidez la historia de "su chica", que ni siquiera es su chica, pero que al menos es la que le ronda por la cabeza. No me explica con muchos detalles, ni profundizando mucho, pero está claro que está emocionado e ilusionado con ella, y eso es más que suficiente como para distraerme unos minutos.
Terminamos la conversación poco tiempo después, por culpa del timbre de su casa. Escucho una vez más a la rubia hablar, esta vez diciendo que la persona que ha llamado es alguien que quiere verle a él, como es lógico, ya que no es la casa de Taylro, sino la suya.

--Iré a verte esta semana, te lo prometo.
--También puedo ir yo ¿eh? Puedo conducir perfectamente-respondo divertido.
--Sí, y sino puedes decirle a Louis que te haga de chófer-responde con la misma diversión, una que a mí no me llega.
--Sí, claro-digo algo tenso, pero él no parece darse cuenta.
--Bueno, que me esperan en la puerta. Luego hablamos. Adiós.
--Adiós, Ed-y la línea se corta.

Por un momento pensé que había funcionado la conversación con mi mejor amigo, pero él mismo ha sacado el tema que intentaba evitar a toda costa. No es culpa suya, de ninguna manera, pero no quita que yo ya esté mirando hacia la puerta de la cocina de nuevo, esperando ver a Louis en cualquier momento.
Niego con la cabeza y sigo con el turno de llamadas.
Por alguna razón, al llamar a Liam se me informa de que no existe tal número, que ha sido dado de baja. Miro confundido la pantalla y compruebo que es su número, su contacto. Al ver que no me he equivocado, llamo de nuevo, pero tengo la misma respuesta. De inmediato pienso que se ha filtrado su número entre las redes sociales y han empezado a llegarle llamadas y mensajes de todo el mundo, por lo que ha tenido que cambiarlo. Pienso en ir a visitarle, a ver a Alejandra, aunque Ane me dijo que no se la había visto mucho, a ver al pequeño Matt...luego me doy cuenta de que eso de nuevo podría ser dejarle a Louis la pista libre como para irse sin darme una explicación, y rechazo el plan de ir a verle. Tal vez Zayn ya tenga su número nuevo.
Cuando llamo al moreno, me dice que el número está apagado o fuera de cobertura. Quizás se le haya acabado la batería, o esté en el ascensor, o cualquier cosa que cause ese mensaje del contestador.
Pienso en a quien debería llamar más. Taylor ya sabe que me encuentro bien, mi hermana y Niall también, además les vi ayer, por lo que tampoco creo conveniente molestarles más. Además, Ane se volvería loca con mi llamada, dando por hecho que algo malo ha pasado. Podría llamar a Lida, hace unos días que no la veo y no sé nada de ella...pero la última vez que nos vimos fui un poco pegajoso, y no quiero que piense que soy un pesado.
En cuanto me doy cuenta de que mis padres todavía no saben que estoy bien, suelto el móvil casi de un golpe contra la mesa de la cocina. Me quedo muy quieto, agudizando el oído. Me ha parecido escuchar el chirrido de una puerta, de la de arriba, y mucho más lejos de asustarme por miles de razones que asusta a la gente escuchar ruidos en su casa, yo solo siento esperanza. mi corazón empieza a palpitar con rapidez en cuanto escucho unos pasos moverse por el piso de arriba.
Louis ha salido de la habitación.
Mi primer impulso es salir corriendo a por él, a verle, a comprobar que está bien, pero decido no seguir mi instinto, y me quedo sentado en la mesa de la cocina. Cojo de nuevo los pintaúñas, y hago como que el rosa es lo más interesante de este mundo, mientras presto atención a los sonidos de la casa. Ignoro la voz de Kim en la televisión, llorando por vete tú a saber qué, y me centro en los silenciosos pasos de Louis. Parece que se está asegurando de que no le vea. Hago una mueca involuntaria ante ello, pero de todas maneras, opto por ponérselo más fácil.
Me levanto de la silla de la cocina haciendo un gran estruendo, para hacerle saber que aunque la televisión del salón esté encendida, yo estoy en la cocina. Espero con paciencia, ya dándolo por supuesto, que se dará media vuelta y volverá a su habitación, que esperará a que yo me vaya a otro sitio para llegar a la cocina. Pero para mi sorpresa, continúo escuchando sus pasos, esta vez bajando las escaleras.
Muerdo mi labio inconscientemente, todavía esperando el siguiente movimiento de mi amigo. No sé si me asusto o me alegro cuando le veo en la puerta de la cocina.
Utilizo toda mi fuerza de voluntad para no empezar con mis miles de preguntas acerca de su estado de salud, y me limito a mirarle.
Doy por hecho que solo viene a por comida, a desayunar aunque sea un poco tarde. Sé que solo cogerá alguna galleta y un vaso de leche y volverá a su cuarto como un fantasma, en completo silencio.

--Hola-susurra para mi gran sorpresa.

Parpadeo rápidamente, más que sorprendido ante sus palabras. Desde...esa extraña discusión, si es que se le puede llamar así, no hemos cruzado palabra, y eso...fue hace casi una semana.

--Hola-respondo todavía alucinado, sin saber qué más decir o hacer.

Todavía sin hacer contacto visual por su parte, asiente con la cabeza y se dirige hacia el frigorífico. Saca un brick de leche y empieza a hacerse el desayuno como si tal cosa. Veo que empieza a abrir los armarios altos, en busca de algo. De inmediato sé lo que es, lo que está buscando, aunque no sé cómo decirle que está justo al otro lado de la cocina.
Me levanto con cuidado de la silla, y él por un momento se queda quieto, como una estatua, mas no huye. Me muevo con lentitud hasta otro de los armarios altos, y saco el bote de Cola Cao que sé que está buscando. Lo dejo a su lado con la misma tranquilidad, sin ni siquiera hacer ruido al dejar el bote contra la encimera, esperando no asustarle, y vuelvo a sentarme en mi sitio.

--Gracias-murmura, antes de volver a su tarea.
--No hay de qué-respondo casi en un susurro.

Y ahí parece que se acaba la conversación. Él termina de hacer su desayuno y guarda todo, a excepción del bote que he sacado yo. Lo deja a un lado, y doy por hecho que lo que quiere es que vuelva a su sitio, por lo que de nuevo me levanto y lo coloco. Esta vez no hay más agradecimientos por su parte, pero tampoco me importa. Al menos ha bajado, y estamos en la misma habitación, sin que me pida que me vaya, sin salir corriendo, sin llorar, y eso es más que suficiente para mí.
Para añadir más maravillosas sorpresas al día, Louis no vuelve a la habitación para desayunar, ni siquiera se dirige al comedor. Se queda en la cocina, se sienta frente a mí, al otro lado de la mesa, lo más alejado posible, pero se queda conmigo, y no puedo estarle más agradecido. Él desayuna en silencio, sentado como un indio en la silla, con la mirada puesta en su comida. Yo le lanzo miradas discretas, sin decir tampoco palabra.

--He ido a ver a Lucía-dice de repente.

Me sorprendo de lo mucho que me han dolido sus palabras. Claro, Lucía, su novia, su chica, la persona a la que quiere. Ni siquiera me acordaba de ella o de su relación con Louis, y eso cambia bastante las cosas. Louis puede estar confundido, puede estar planteándose muchas cosas, cosas que yo podría resolverle con sumo gusto (y suma torpeza)... si él estuviera soltero. Pero tiene una novia, y yo no soy nadie para romper una pareja, para romper la suya. Tal vez...sí que haya malinterpretado a Louis y todos sus gestos cariñosos, aunque los besos no encajen en algo únicamente cariñoso, no al menos los que nos hemos dado nosotros, pero... Niego con la cabeza con un suspiro. No, entre Louis y yo no puede haber nada, tengo que empezar a hacerme a la idea.

--¿Y cómo está?-pregunto más por cortesía que por interés. Mi voz no se alza demasiado, todavía en un intento de mantenerle tranquilo.
--Cansada de mí-responde de forma automática.

Frunzo el ceño confundido al no entender sus palabras y le miro de la misma manera. Él sigue sin devolverme la mirada, pero puedo ver el comienzo de una sonrisa en sus labios, justo antes de dar un sorbo a su taza.

--¿Cansada de ti?-pregunto al ver que no continúa con la explicación.

Puedo ver cómo abre la boca para responder, todavía con ese ápice de sonrisa, pero el timbre de casa lo elimina todo. Elimina la aparente tranquilidad en él, su postura relajad y su pequeña sonrisa. Se levanta de un golpe de la silla y parece con intenciones de volverse a meter en su cuarto.

--Es solo el timbre Louis, no pasa nada-respondo, todavía intentando mantener la calma.

Se detiene en la puerta de la cocina, dándome la espalda. Por un momento casi creo que me va a hacer caso, que se va a quedar y vamos a seguir la pequeña y extraña conversación. El timbre suena de nuevo y él niega con la cabeza, antes de desaparecer escaleras arriba.
Suspiro con frustración y me limito a caminar hasta la puerta, para ver quien es al que se le ha ocurrido aparecer justo en este momento. Al abrir, veo a mi hermana junto a Niall, por lo que me limito a suspirar, dejando mi molestia a un lado, ya que ellos no tienen culpa de nada,

--Hola pequeño-Ane me saluda de inmediato. Se pone de puntillas y besa mi mejilla, pero no pasa dentro de casa. como suele hacer.
--Hola-respondo tratando de no sonar tan frustrado como me siento. Pero al parecer mi intento no funciona, ya que Niall pregunta.
--¿Pasa algo?
--Estaba hablando con Louis y...se ha ido a su cuarto en cuanto ha escuchado el timbre-respondo con franqueza.
--¿Has conseguido hablar con él?-el rubio pregunta sorprendido. Yo asiento con la cabeza-¿De qué?
--¿Sinceramente? De nada, no ha dado tiempo a que habláramos mucho, solo ha dicho que esta mañana se ha ido a ver a Lucía-sé que hago una mueca al nombrarla, y no es que tenga algo en contra de ella... pero es la novia de Louis, y jode un poco en estos momentos.
--¿A ver a Lucía?-mi hermana pregunta, y sé que debe de estar pensando algo similar.
--Eso parece.
--¿Y qué? ¿Ha pasado algo? ¿Te ha dicho algo más?
--Nada-me encojo de hombros-Pero cuando se va con ella normalmente es para echar un polvo, así que...
--Vaya-Niall responde, también con una mueca-Que mal.
--Tampoco es culpa de nadie-respondo, intentando sonreír de nuevo-Es su novia al fin y al cabo.
--Ya, pero vosotros...-Ane empieza a hablar y sé como va a terminar la frase, por lo que la interrumpo.
--Somos amigos. Eso es todo.
--Pero Harry...-ella insiste.
--Sé aceptar un rechazo. No es gran cosa-de nuevo me encojo de hombros, todavía sonriente, aunque está claro que para nada me siento contento ante la idea.

Ninguno dice nada más, aunque puedo ver la pena en los ojos de Niall, y la preocupación en los de mi hermana. Yo amplío mi sonrisa, ya que no quiero que me tengan pena, mucho menos que se preocupen por algo así. Dudo bastante que el rechazo de Louis me haga tanto daño como el abandono de Marta... dudo que nada me vaya a hacer tanto daño nunca como el abandono de Marta. Pensar en que cualquier rechazo a partir de ahora me va a doler, es como temer que se te rompa un jarrón que ya está roto: lo peor que puede pasar es que hagas más pequeños los trozos, pero a fin de cuentas, nunca va a ser tan malo como el primer golpe.

--¿Qué os trae por aquí?-pregunto, cambiando el tema de conversación. Me hago a un lado para dejarles pasar, pero ninguno hace el intento de entrar.
--Pues la verdad...-empieza a decir ella, mordiendo su labio inferior-es que nos vamos de viaje.
--Guau, eso está genial-respondo de inmediato-¿A dónde os vais?
--Solo a ver a mis padres, tampoco es el gran viaje ni nada por el estilo.
--Así que a ver a los suegros-bromeo con mi hermana, aunque para ser sinceros, en algún momento no muy lejano sí que van a convertirse en familia política.
--Eso parece-ella responde con una pequeña sonrisa-¿Te parece bien?
--Claro, ¿por qué no iba a parecérmelo?
--Por lo de...-duda un poco en responder-quedarte solo y eso.
--Ah, bueno-hago un gesto con la mano para quitarle importancia-No pasa nada, estaré bien. De todas maneras he quedado con Ed para vernos dentro de poco y también quiero ir a ver a Liam y a Zayn, así que voy a estar entretenido.
--Está bien-responde ella, aunque no parece del todo convencida-Si necesitas cualquier cosa ya sabes que puedes llamarnos.
--Estaré bien, no te preocupes-repito, algo divertido-¿Os vais ya entonces?
--Sí, ahora mismo. Nos está esperando el avión.
--Entonces no os entretengo más-le doy un abrazo a Niall, el cual me devuelve de inmediato.
--No fuerces las cosas con Louis, anda-me susurra en medio del abrazo, antes de separarnos. Yo asiento con la cabeza, de acuerdo a sus palabras.

También abrazo a mi hermana, de forma algo más larga, mientras me recuerda una y otra vez que les avise si pasa algo.

--Deja de preocuparte-respondo con gracia-A este paso no vais a llegar nunca. Y tampoco vas a disfrutar cuando estés allí si no dejas de pensar en que van a pasarnos cosas horribles...

Ella asiente con un suspiro y besa mi mejilla. Me despido con ellos con la mano mientras se meten en el coche, a lo cual ellos me responden de la misma forma, antes de marcharse. Cierro la puerta una vez dejo de ver su coche a lo lejos y vuelvo a la cocina.
Me pego un susto al ver a Louis ahí de nuevo, de pie y en silencio, con uno de los pintaúñas en la mano. Mierda, se los tendría que haber dado a Ane antes de que se fuera, quizás los eche en falta. Él se da cuenta de que de nuevo estamos los dos en la misma habitación y esta vez me mira a la cara y puedo ver cómo lo hace confundido. Alza uno de los botes, al igual que una de sus cejas. Cualquiera diría que es el mismo chico que huyó de mí esta misma mañana.

--Son de Ane, se los habrá dejado aquí-explico sin más.
--Pensé que eran tuyos-escucho que dice de inmediato.

Mis ojos se abren por la sorpresa, y de nuevo tengo que parpadear perplejo. Abro la boca para decir algo, pero sinceramente me he quedado sin palabras. Miro los pintaúñas y luego a Louis una vez más.

--¿Por qué...iba a tener yo eso?-consigo preguntar.

Él se encoge de hombros, dejando el que tenía en la mano junto a los otros.

--Tal vez porque te gustaba-de nuevo se encoge de hombros.

Sin decir nada más, sale de la cocina, evitando de cualquier manera tocarme. Me giro sobre mis propios pies, todavía confuso por sus palabras, y veo cómo se dirige al salón.
¿Porque me gusta? repito sus palabras, anonadado, pero... si es de...bueno, es sexista y no tiene mucho sentido en realidad, pero...es de chicas ¿no? No es como si los chicos no tuviéramos uñas o algo así, pero...no sé, nunca me lo había planteado. Entonces es cuando caigo en el porqué del razonamiento de Louis, en por qué ha decidido que me gusta eso, y no puedo evitar fruncir el ceño.
Salgo de la cocina y me dirijo al salón. Sé que no debo enfadarme con él, porque no tengo ni la menor idea de cómo va a reaccionar, pero no me parece justo. No es justo para nadie acusarle con estereotipos.

--¿Piensas que porque me gustas tengo que actuar como una chica?-pregunto sin más, de pie al lado del sofá en el que él está sentado.

Aparta la mirada de la televisión para mirarme y veo cómo de nuevo tiene el ceño fruncido. No responde nada.

--¿Piensas que porque soy...-me detengo al no saber cómo continuar la frase. En realidad no sé ni lo que soy, pero tampoco es relevante-que porque no soy hetero tengo que ser femenino? ¿Es eso?
--Yo no he dicho eso-responde sin alterar lo más mínimo la voz. Vuelve la vista a la televisión sin más. Ni siquiera ha cambiado de canal, por lo que se escuchan las voces de las Kardashian a nuestro alrededor-Puedes pintarte las uñas si quieres, puedes ser hetero y pintarte las uñas, a mí me da igual-añade en voz baja.
--Tampoco te estaba pidiendo permiso-respondo de la misma forma.

Me siento en el sofá sin pensármelo dos veces, todavía molesto. ¿Ahora va a creer en estereotipos? ¿Enserio? No le culpo, pero insisto en que no es justo para mí. Ni siquiera es justo para él. Él también debería ser femenino en todo caso, porque a la vista está que su heterosexualidad voló muy lejos de él hace tiempo.
Estoy tan metido en mis pensamientos acerca de lo injusto que es todo, que no soy capaz de entender su siguiente murmullo.

--¿Qué?-pregunto extrañado.

Louis suspira, con la cabeza gacha y acto seguido la gira hacia mí. Casi podría asegurar que está sonrojado.

--Nada-responde negando con la cabeza.
--Vamos, dímelo-comento, relajando mi tono y mi molestia. Tampoco es culpa de nadie que los estereotipos sean parte de nuestra vida, y mucho menos debería haberme molestado por algo así.

Él parece dudar un poco en su respuesta, mordiendo su labio inferior. Pasan un par de minutos en los que ninguno de los dos dice nada. Cuando doy por hecho que me voy a quedar sin saber qué es eso que me ha dicho y no he llegado a oír, escucho su voz, algo más alta que antes.

--Creo que te quedarían bien las uñas pintadas-escucho apenas sus susurro mientras se levanta del sofá.

Le miro más que perplejo, ya no solo porque se esté yendo, después de todo lo que hemos conseguido avanzar, sino por...el piropo. Creo que ha sido un piropo. Me lo voy a tomar como tal. No respondo nada, esperando que añada algo más, lo cual hace, una vez ha dado la vuelta sofá y se encuentra a mis espaldas.

--Y no he echado ningún polvo con Lucía. Hemos roto.


Narra Ane

Froto mis manos contra los vaqueros como gesto nervioso, como uno de tantos que tengo. Cuanto menos distancia pone en las distintas señales, me pongo más nerviosa. Cualquiera pensaría que es por culpa de ver a mis suegros, de saber que se van a enterar en unas horas, como mucho en unos días, de que me voy a casar con su hijo. Eso pondría de los nervios a cualquiera. También el hecho de dejar solo a mi hermano, después del poco tiempo que ha pasado desde su recuperación. Sí, ambas cosas me ponen nerviosa, pero ni de lejos tanto como cuando veo el aeropuerto a lo lejos, y a un avión despegar.
Nunca he sido fanática de las alturas, por descontado, nunca he sido amiga de los cacharros de metal que desafían a la lógica y a la gravedad al levantarse del suelo y atravesar el cielo. No es como si fuera mi primer vuelo. Ya he tenido que montar más veces, por culpa de los chicos y su trabajo en su mayoría, pero eso no quita que no tema el que el avión no vaya a despegar y nos convirtamos en tortilla de humano. Es más, cuantas más veces montas en avión, más probabilidades hay de que te toque estar en un accidente, y no es que yo lleve muchos vuelos, pero Niall sí, y no me deja más tranquila.

--¿Nerviosa?-me pregunta en cuanto aparca. Tiene una sonrisa divertida en la cara, y sé que debo de tener una expresión facial como para reírse en estos momentos.
--No, para nada-respondo sin poder evitar la ironía-Vamos a montarnos en una lata gigante que vuela. Me siento lo más tranquila del mundo.
--No pensé que te dieran miedo los aviones-veo cómo frunce el ceño ligeramente-Podrías habérmelo dicho, habríamos ido en coche otra vez.
--Se tarda mucho y acabas cansado-respondo con un suspiro-prefiero tentar a la suerte que hacerte atravesar medio país en coche.
--Lo dices como si me molestara-de nuevo tiene una sonrisa, algo más pequeña que la anterior-No me habría importado atravesarme medio país en coche. No me importaría atravesarme todos los países del mundo en coche si así te sientes más segura.
--No es momento de cursilerías, Horan. Vamos a tomar un vuelo-respondo más que nervios, saliendo del coche. Aún desde fuera puedo escuchar su potente voz.
--¿Quién dijo que a las chicas le gustaba lo romántico?
--Alguien que no me conocía estando nerviosa, seguro.
--Seguro-responde riendo entre dientes.

Él agarra mi mano mientras caminamos hacia el aeropuerto, cada uno arrastrando una maleta. No llevamos mucho equipaje, al fin y al cabo no vamos a estar ni una semana.
A cada paso que nos acercamos, siento algo apretarse en mi estómago, y por un momento me regaño a mí misma por haber desayunado tanto. Suspiro, intentando tranquilizarme, y Niall al darse cuenta, suelta mi mano para rodear mis hombros con uno de sus brazos. Deja un beso en mi cabeza y susurra un "Todo va a ir bien", al que yo respondo con un gemido lastimero.
Un montón de personas van de aquí para allá, arrastrando maletas y cargando con mochilas. Se escuchan diversos idiomas, que van desde el español y el francés hasta el chino...o tal vez japonés, no estoy muy al tanto de esos idiomas, mucho menos de cómo se diferencian. Nadie parece totalmente aterrorizado como lo estoy yo, y eso me hace prensar de inmediato en que me estoy tomando todo a la tremenda...otra vez.
Me pego más al cuerpo de Niall, si es que eso es posible y de nuevo suspiro. Él acaricia mi brazo con su mano intentando tranquilizarme. Ni siquiera me suelta cuando tiene que hablar con una azafata, o una señorita de atención o lo que sea. No presto atención a la conversación, pero supongo que están hablando de cómo y a dónde tenemos que ir para llegar al avión.
Es en este momento en el que estamos parados, en el que parece que llamamos la atención de un par de chicas. Niall sigue hablando con la azafata, con total tranquilidad, mientras ellas cuchichean con grandes sonrisas a su espalda, yo me encuentro de medio lado, mirándolas con discreción. Una de ellas se da cuenta de que las estoy mirando y las sonrío con cierta ternura, sobre todo cuando retiran la mirada como si no nos estuvieran mirando a nosotros. No puedo evitar reír por lo bajo, ganándome así una mirada confusa del rubio.
Parece que ha terminado de hablar, ya que la chica se ha ido  y él comienza a andar en otra dirección, supongo que dispuesto a irnos ya. Me sorprendo cuando veo a alguien coger nuestras maletas en brazos, con toda la confianza del mundo, pero Niall se encoge de hombros, con una sonrisa divertida.

--Son del aeropuerto, tranquila-responde como si tal cosa-¿Qué te hacía tanta gracia?
--Había unas chicas mirándote-comento, todavía con una sonrisa.
--Oh-se gira para mirar detrás de nosotros por un momento-Supongo que son esas que nos siguen-añade con cierta diversión-¿Son muchas?-pregunta ralentizando el paso.
--Cuatro o cinco, ¿por qué?

Hace una mueca y detiene su paso por completo. Yo me detengo junto a él de inmediato. Echa una mirada de nuevo hacia las chicas, que en efecto nos estaban siguiendo. Se han quedado aparadas a unos metros de nosotros, todavía haciendo como si no le hubieran visto.

--¿Te importa que haga de ídolo adolescente por un momento?-pegunta todavía con una mueca.
--Oh-respondo sorprendida-No, no, claro-me despego de él para que pueda caminar hacia ellas-Ve y deslúmbralas, pero no demasiado-añado divertida.
--No tardaré-deja un beso en mi frente y se separa de mí.

Veo cómo camina hacia el pequeño grupo, con las manos en los bolsillos y posiblemente con una gran sonrisa. Desde la distancia, distingo cómo las caras de las chicas cambian a una de completa sorpresa en cuanto se dan cuenta de que está caminando hacia ellas. No se escuchan chillidos, pero sí se ven algunas lágrimas. Niall las abraza con cariño por unos segundos, antes de que empiece la sesión de fotos. Mientras, yo espero sonriente,viendo que hace a tanta gente, solo con un abrazo y una foto,
Mi mirada se cruza de nuevo con una de ellas, con la misma de minutos atrás. La dedico una sonrisa, sin saber muy bien cómo reaccionar, ¿debo saludarla con la mano o algo así? Decido mantener mis brazos cruzados sobre el pecho, esperando a que Niall termine. La chica parece terminar con Niall, y camina hacia mí, mientras él sigue charlando con las otras.
Me remuevo incómoda en mi sitio, ya que si empieza a insultarme no me voy a quedar callada, y creo que no es momento ni lugar para armar un espectáculo, mucho menos para crearle problemas a Niall. Pienso en positivo y en que tal vez ni siquiera venga a hablar conmigo, pero está claro que ni pensamientos positivos ni nada: la chica se detiene delante de mí.
Lleva todo el pelo recogido en una gran coleta en lo alto de su cabeza y unas gafas de pasta negra demasiado grandes para su cara, que esconden unos ojos pequeños y castaños. Me mira de arriba a bajo por un segundo, mientras yo espero a que termine de pasarme revista.

--Hola-dice finalmente, con un tono cauto.
--Hola-respondo de la misma manera.
--Es un anillo de compromiso ¿verdad?

Me sorprende la repentina pregunta y de inmediato llevo la vista a mi mano. Acto seguido miro a Niall, con la esperanza de que esté volviendo ya, pero al parecer ahora ha entablado conversación con ellas. No es pública la noticia, y no sé si Niall quiere que se sepa. No quiero decir que sí, porque quizás le moleste, pero tampoco quiero negarlo.

--Tranquila, no se lo voy a decir a nadie-comenta rápidamente, supongo que al darse cuenta de que no es una buena pregunta-Enhorabuena-dice con una gran sonrisa, pero su voz se rompe.

Antes de que la pida que no llore, me abraza con fuerza. Es algo más baja que yo, y quizás un poco más ancha, por lo que me estrecha con facilidad entre sus brazos, apoyando su cabeza en mi pecho. Yo me quedo con los brazos abiertos y supongo que una cara de completa alucinación, ya que para nada me esperaba algo así. Decido ser amable y devolverle el abrazo con cuidado.

--Es la mejor persona del mundo, ¿sabes?-murmura. Su voz ahora suena totalmente llorosa-Es el chico que medio mundo quiere, y te ha escogido a ti... no hagas que se arrepienta-muerdo mi labio superior ante esas palabras. Mi estómago de nuevo se ha contraído, pero esta vez no ha sido por culpa del miedo ni de las náuseas-Cuida muy bien de él. Hazle feliz. Se merece a alguien que le haga feliz, se merece ser feliz, y no dejar de sonreír todos y cada uno de los días de su vida. Eres la única que va a poder escucharle reír tantas veces como para cansarte de ello, así que disfrútalo por todos los que no podremos-se separa de mí con cuidado, con las mejillas de nuevo bañadas en lágrimas. Todavía tiene una sonrisa sincera en el rostro-Cuando...cuando le cojas la mano, hazlo muy fuerte ¿vale? Como si no fueras a soltarle nunca.
--¿Por qué?-me doy cuenta del nudo que se ha formado en mi garganta, y tengo que toser para disimularlo.
--Porque vas a estar sosteniendo el mundo de millones de personas, incluido el mío, y no me gustaría que mi mundo se viniera a bajo.

Abro la boca para responder algo, pero todas las palabras se quedan atrancadas en mi garganta. Ella ríe de una manera graciosa que me contagiaría en cualquier otro momento, pero no ahora. Me da un último abrazo, sin esperar mi respuesta, y se da media vuelta, de vuelta con sus amigas.
Niall ha terminado de hablar con ellas y camina de nuevo hacia mí. Frunce el ceño ligeramente cuando se encuentra frente a mí, y de inmediato me rodea con sus brazos, con menos fuerza pero más suavidad que la chica.

--¿Qué pasa? ¿Sigues nerviosa?-sigue la dirección en la que yo sigo mirando, dando así de neuvo con las chicas. Éstas se están despidiendo con la mano de nosotros-¿Te han dicho algo malo?

Niego con la cabeza, devolviéndole el abrazo. Yo sí que lo hago con fuerza, escondiendo mi cara en su cuello.

--Está bien, no te preocupes-responde él con suavidad mientras pasa su mano por mi espalda.
--Vamos al avión ya, por favor-le pido con voz algo temblorosa.

Todavía me mira extrañado, pero no dice nada. Vuelve a colocar su brazo sobre mis hombros, pero yo lo aparto. Antes de que pueda preguntarme de nuevo qué es lo que me pasa, agarro su mano. Agarro su mano con mucha fuerza, como si fuera a perderlo, como si fuera a ser la última vez que le veo, como si estuviera agarrando la vida de millones de personas. No quiero que el mundo de nadie se haga pedazos por mi culpa.







6 comentarios:

  1. Por fin estoy aquí!! Le había perdido la pista a esta historia hace un año y por fin he conseguido encontrarla (después de mucho esfuerzo he de decir). Sólo quería decir que te has montado un jaleo de muerte con esta historia (entre mafias, enfermedades y líos amorosos), y que espero ansiosa el siguiente capítulo. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola caracola 🙈
      Con lo que fastidia perder las fics ¿eh? 😐, pero me alegro de que la hayas encontrado después de todo 😄.
      Soy una "montadora de jaleos" profesional, así que no te sorprenda que las cosas se líes tanto jeje 🌚.
      Como habrás podido comprobar, hace mucho que no actualizo, intentaré ponerme al día en cuanto pueda, prometido 😊
      Muchas gracias por leer, comentar y estar por aquí pese a todo el tiempo que llevo sin actualizar 😄

      Eliminar
  2. Holii! Me he releido tu novela Como 3 veces cada parte y me encantan. Por temas de estudios no he podido comentar ni seguirla al dia y acabo de darme cuenta que no sabes desde septiembre😱😱 eso no puede seeeer!!!! Como siempre, tantas preguntas sin respuesta😫 Espero que la continues porque de todas las fanfics que me he leido esta Es la mejor QUE me he leido sin duda😍😍😍😍

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buenas 😊
      Creo que todos tenemos problemas de estudios, y por esa misma razón vamos dejando para "más tarde" ciertas cosas; yo la primera, que es una de tantas razones por las que hace tanto que no subo 😔. Como he dicho en otros comentarios, subiré una entrada explicando y disculpandome por haber estado desaparecida tanto tiempo.
      Como siempre, es un placer saber que os gusta mi modesta y para nada brillante novela, y por supuesto, espero que para cuando la siga, tú digas leyendo.
      Muchas gracias por seguir por aquí después de tanto 😚

      Eliminar
  3. Holaa, sigo esta novela desde que la empezaste y le perdí el rastro hace un año. Me encantaría que siguieras la novela ya que le has dado una vuelta impresionante a la historia. Espero con ansias ver como continua la historia, asi que un beso y espero que subas pronto el capitulo��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holi 😊
      Siento mucho saber que perdiste la novela, porque sé lo que molesta y lo que luego cuesta encontrarlas, aunque claro, me alegro de que la hayas vuelto a encontrar 😋.
      Es cierto que he dejado la novela un poco de lado y hace mucho que no subo, pero todo tiene su porqué, intentaré subir una entrada con una explicación y una disculpa que los lectores que quedáis os merecéis.
      Muchas gracias por seguir aquí después de todo este tiempo 🙈

      Eliminar